No es ningún secreto que la alta dirección suele dejarse deslumbrar por las últimas palabras de moda tecnológicas: IA, machine learning, autopilot, touchless, lo que sea. Pero cuando se trata de elegir las herramientas adecuadas para la planificación de la supply chain, hay algo más que simplemente ir detrás del último gadget brillante.
El verdadero desafío
Mientras que la C-suite puede estar fijándose en tecnologías futuristas para adelantarse, la gente que está a pie de obra) los planners, suele buscar algo bastante distinto. Necesitan herramientas sencillas, que faciliten su trabajo y, sobre todo, que realmente hagan lo que se supone que deben hacer.
Desde los escritorios de los planners
Tras 30 años en el sector, he visto una y otra vez que, si quieres que la tecnología de planificación de la supply chain funcione de verdad en tu empresa, los planners son los auténticos MVPs. Buscan fiabilidad y facilidad de uso en su software. Se trata de herramientas que encajen en su flujo de trabajo, no que lo compliquen. Les impresionan menos las funciones “de lujo” y más aquello que funciona bien con unos pocos clics.
Los juguetes relucientes de la C-Suite
Claro, el atractivo de la IA es fuerte. La analítica predictiva y los procesos automatizados prometen reducir costes y mantenerte un paso por delante. Pero hay truco: estos sistemas avanzados pueden convertirse en una carga más que en un beneficio si requieren una cantidad excesiva de datos, no son fáciles de manejar y no resultan intuitivos para el usuario. Escuché una estadística en una conferencia de IA reciente en Boston: los sistemas de IA tienen un 81% más de probabilidades de rendir por debajo de lo esperado si dependen de fuentes de datos internas.
Encontrar un punto en común
¿Cómo logramos que ambos lados estén alineados? Empezando por involucrar a los planners desde el principio de la conversación. Exige pilotos en los que se utilice el producto con un subconjunto de tus datos durante una semana. Opta por soluciones que sean potentes pero también fáciles de adoptar. No olvides que cómo se adopta y usa una herramienta en el día a día importa más que lo impresionante que pueda parecer en una demo.
En última instancia, aunque la decisión pueda empezar en la sala de juntas, son los usuarios del día a día quienes determinan el éxito de una herramienta. Los mejores resultados se dan cuando las empresas reconocen que los planners son clave. Así que escucha a tus planners: asegúrate de que las herramientas seleccionadas no se eligen solo por su atractivo, sino porque realmente apoyan tus flujos de trabajo y son fáciles de usar.
Y antes de seleccionar herramientas, elige tu metodología y luego invierte a fondo en formar a los Planners, a los ejecutivos de nivel C y a todos los demás, porque cuando todo el mundo entiende su papel dentro del proceso de planificación, todos ganan. Por eso inventamos DDBRIX.
Think Flow,
Kevin Boake
