Cuando Elon Musk habla de fabricación, la gente debería escuchar. No porque sea famoso. No porque sea polémico. Sino porque cumple. A escala. A velocidad. Una y otra vez.
Solo hay que mirar Tesla. O SpaceX. La NASA construye unas pocas naves espaciales cada década. ¿Musk? Él aspira a construir mil Starships al año. Eso no es un “moonshot”: es una reinterpretación completa de cómo funciona el flow en la fabricación compleja.
Y Musk lo explica con claridad. Ha compartido un método en cinco pasos que rompe por completo con el pensamiento tradicional:
- Haz que los requisitos sean menos absurdos. Cuestiónalo todo. Que algo aparezca en la hoja de especificaciones no significa que deba estar ahí.
- Elimina la pieza o el proceso. Si no es necesario, córtalo. Cada pieza o proceso que mantengas debe justificar su existencia.
- Simplifica y luego optimiza. Solo después de haber eliminado lo innecesario debes empezar a simplificar. Intentar optimizar antes de eliminar y simplificar es una pérdida de tiempo.
- Acelera el tiempo de ciclo. La velocidad importa. Las iteraciones rápidas revelan problemas y fortalecen la resiliencia.
- Automatiza. Pero solo cuando lo básico está bien hecho. De lo contrario, solo estarás automatizando desperdicio.
El tema clave aquí? El flujo
Y eso es exactamente lo que falta en la mayoría de los sistemas de supply chain actuales. La mayoría de las herramientas de planificación están construidas en torno a previsiones, safety stocks y algoritmos de optimización. Son inteligentes, sin duda, pero ¿realmente están generando un retorno de la inversión?
Compáralo con los sistemas basados en flow que utiliza Musk: máquinas rápidas, ligeras y capaces de aprender, que iteran, se adaptan y escalan. El flow es lo que le está permitiendo superar a industrias que antes parecían intocables.
Un nuevo camino a seguir
Después de más de 30 años en supply chain planning, puedo sentir que se acerca un cambio.
Hemos pasado décadas añadiendo complejidad sobre complejidad, construyendo sistemas tan densos y tan hambrientos de datos que, al final, los únicos que ganan de forma consistente son los proveedores de software y sus equipos comerciales. Para muchos clientes, el retorno de la inversión prometido simplemente no llega.
Pero algo está cambiando. Y creo que ese cambio se llama Flow.
Elon Musk lo entiende. Toda su filosofía de fabricación se basa en la velocidad, la simplicidad y la capacidad de respuesta, principios que forman parte del pensamiento basado en flow. Y en nuestro mundo de la planificación, la única metodología que conozco que realmente pone el flow en el centro es #DDMRP.
Por eso, en b2wise, nos hemos comprometido a construir un sistema para el flow. No un parche. No un complemento. Una herramienta diseñada desde cero para detectar, adaptarse y ejecutar basándose en lo que realmente está ocurriendo, no en lo que una previsión cree que podría ocurrir.
El flow expone los problemas antes. Rompe los cuellos de botella. Impulsa el aprendizaje. Y, lo más importante, ofrece resultados.
Así como Musk no espera a los plazos de la NASA, nosotros no vamos a esperar a que la planificación tradicional se reinvente. El futuro ya está aquí, y fluye.
Think flow,
Kevin Boake








