Hace treinta años, cuando comencé mi trayectoria en la planificación de la supply chain, el panorama era muy diferente al entorno supercomputarizado y digitalizado de hoy. En aquel entonces, la planificación de la supply chain no giraba tanto en torno a algoritmos complejos, sino a los elementos humanos: asegurarse de que los procesos se siguieran y de que los equipos estuvieran bien formados. Era una época en la que los líderes no solo asistían a las reuniones clave de previsiones, pedidos y exceso de stock: las dirigían con pasión, demostrando su comprensión del papel fundamental del juicio humano y la colaboración en la gestión de la supply chain.
Con los años, la llegada de la tecnología y la inteligencia artificial prometió una revolución, ofreciendo sueños de simplicidad, eficiencia, precisión predictiva y, sobre todo, una menor dependencia del planificador. Como muchos, abracé estos avances tecnológicos, deseoso de desbloquear nuevos niveles de optimización en la supply chain. Sin embargo, ahora, en la cima de este avance tecnológico, me encuentro reflexionando sobre qué es lo que realmente aporta valor a la planificación de la supply chain.
A pesar de los beneficios indudables de la tecnología, me he dado cuenta de que los principios fundamentales que aprendí hace tres décadas tienen hoy incluso más relevancia. El ciclo de la vida en la planificación de la supply chain me ha llevado de vuelta al reconocimiento de que la importancia del proceso, las personas y la formación son las claves absolutas del éxito. La tecnología no puede sustituirlas.
Plan estratégico para el éxito
En este contexto, estos son mis consejos para ti en la planificación de la supply chain:
1. Abraza la simplicidad
Tu trayectoria en la planificación de la supply chain tendrá muchas más probabilidades de éxito si la mantienes simple. En un mundo saturado de datos y complejidad, la capacidad de extraer claridad del caos es invaluable. Prioriza la simplicidad en el diseño de tu supply chain, centrándote en lo que realmente importa: el Planificador. Esto no solo facilitará la implementación, sino que también garantizará eficiencia y sostenibilidad.
2. La previsión (forecasting) no debe ser tu bala de plata
Sin ninguna duda, necesitas una previsión para que tu proceso de planificación funcione, pero no debería ser el factor clave de tu éxito. Lo que la IA ofrece puede deslumbrar a muchas salas de juntas, pero lo que me enseñó el enfoque Demand Driven es que otras técnicas, como el uso de buffers y la demanda real combinada con una buena previsión, te permitirán construir un proceso más simple y efectivo que pueda adaptarse rápidamente a los cambios del mercado sin provocar el efecto látigo (bullwhip effect).
3. Garantiza la claridad de roles y el compartir conocimiento
En última instancia, la esencia de una planificación de la supply chain exitosa reside en las personas. Hace tres décadas, el énfasis en la formación y en seguir los procesos subrayaba la importancia del capital humano. Hoy, este principio sigue siendo fundamental. Asegúrate de que tu equipo tenga roles claros, conozca sus responsabilidades y comparta conocimiento. Que cada miembro entienda su papel dentro del proceso global fomenta una cultura de responsabilidad y éxito colectivo.
Al mirar atrás y observar la evolución de la planificación de la supply chain, se hace evidente que los principios fundamentales (el proceso, las personas y la adaptabilidad) han resistido el paso del tiempo. Al abrazar la simplicidad, aplicar metodologías demand-driven e invertir en tus equipos, podrás afrontar el futuro de la gestión de la supply chain con confianza y sabiduría. Mi objetivo es mantenerme fiel a las lecciones del pasado mientras construyo las herramientas del futuro, con la aspiración de crear supply chains que no solo sean eficientes, sino también resilientes y centradas en las personas.
